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miércoles, 1 de abril de 2015

Exorcismos .


El exorcismo es (1) el acto de echar o sacar demonios, o espíritus malignos fuera de las personas, sitios u objetos que son supuestamente poseídos o plagados por ellos, o que son suceptibles de llegar a ser víctimas o instrumentos de su malicia; (2) el acto de usar los medios para este propósito especialmente la solemne y autoritaria reprensión del demonio, en el nombre de Dios, o cualquier poder superior al cual él es sujeto. La palabra que no es en sí bíblica viene de la palabra griega exorkizo, que es usada en la traducción griega (Gén. XXIV,3 = provoca a jurar; III (I) Reyes XXII, 16 = ordenar), y en Mat. XXVI, 63, por el sumo sacerdote contra Cristo, "Yo te ordeno por el Dios vivo. . ." La palabra horkizo y el sustantivo exorkistes (exorcista) aparece en los Hechos XIX, 13, donde le último (en plural) es aplicado a unos Judíos andantes que profesaban ser capaces de echar demonios. La expulsión por orden es entonces el primer sentido del exorcismo, y cuando, como es en el uso cristiano, esta orden es dada en el nombre de Dios o de Cristo, el exorcismo es estrictamente acto o rito religioso. Mas en las religiones étnicas, y aun entre los Judíos desde el tiempo en que hay evicencia de haber sido popular, el exorcismo que es un acto de religión es ampliamente sustituido por el uso de medios supersticiosos y mágicos, a lo cual los escritores no católicos muchas veces en estos tiempos asimilan el exorcismo cristiano. La superstición no debe ser confundida con la religión, a pesar de que gran parte de sus historias han sido mezcladas, ni siquiera la magia blanca puede ser confundida con ritos religiosos legítimos.

Sueño lúcido .



¿Nunca les ha pasado que mientras soñaban se daban cuenta de que estaban soñando? La mayoría de las personas han tenido alguna vez este tipo de experiencia espontáneamente, especialmente durante la niñez. Los sueños lúcidos son aquellos en los que el soñador cobra conciencia de estar soñando y a partir de esto interactúa (hasta el punto de tener el poder de manejar las cosas a su antojo) sabiendo que todo lo que percibe es parte de un sueño. Esto no solamente sucede, sino que es posible entrenarnos para lograrlo. 

Aunque suena a utopía el control de los sueños se acepta como un hecho comprobado científicamente. Es desde 1975, cuando una serie de experimentos demostraron que era posible. Alan Worsey en Gran Bretaña y Stephen LaBerge en California, son dos investigadores que, de manera independiente, aportaron evidencia experimental sobre la existencia del sueño lúcido y aprendieron a provocar deliberadamente este fenómeno. Ambos fueron capaces de comunicarse “con el exterior” mientras dormían mediante señales previamente acordadas (tales como mover los ojos de una manera particular o respirar con mayor rapidez). Los sujetos no sólo llevaron a cabo dichas acciones sino que lo hicieron precisamente en los momentos en que el equipo electrónico señalaba que estaban soñando. De este modo demostraron que era posible actuar conscientemente mientras dormimos. 


Parálisis del sueño .


La parálisis del sueño aislada es un trastorno del sueño sorprendentemente común que se produce durante la transición entre el sueño y la vigilia, ya sea en los momentos previos a conciliar el sueño o en el momento del despertar. Quien la sufre, despierta bruscamente teniendo plena consciencia de sus pensamientos pero manteniéndose paralizado físicamente. Como si del síndrome del enclaustramiento se tratara, la persona se siente atrapada en su propio cuerpo.

Aunque puede abrir los ojos, no es capaz de emitir sonido ni mover músculo alguno, lo cual le genera una considerable sensación de angustia y de temor por estar sufriendo un episodio de una enfermedad grave. Por si fuera poco, al encontrarse en un estado de limbo entre el sueño y la vigilia, la persona suele padecer alucinaciones auditivas y visuales que generalmente coinciden en una intensa sensación de presencia y de movimiento en torno a su cuerpo indolente.